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Esta piscina la clasificamos como "imposible", en plan de broma. Se puede apreciar que es del todo posible, ya que las fotos dan
buena fe de su existencia. Aunque no lo parezca esta piscina está elevada nada menos que 5 metros del terreno firme. Las opciones anteriores eran la de emplazar la piscina a esa cota, y entonces el
problema hubiera surgido de cómo acceder a la piscina: se hubiera requerido unas largas y molestas escaleras, o el haber emplazado la piscina casi al final de la parcela, lo que hubiera alejado la piscina demasiado. La
solución final adoptada, fue la de "hacer que el terreno suba a la piscina". Para ello se tuvo realizar una estructura reforzada, capaz de aguantar el enorme peso del agua, la piscina y sus terrazas, y lo más
importante, que soportara las enormes cargas laterales de las tierras de jardinería, que en algunos puntos se elevaron a 4 metros. Gracias a ello se pudo permitir la posibilidad de integrar la piscina como el cliente
realmente deseaba: lo más cerca y accesible de la casa. Los tonos verdosos, la madera tropical, la piedra local, el césped y el agua combinan de forma genial. El resultado final
deja lugar a pocos comentarios, ya que las fotos hablan por si mismas. La enorme técnica en equipamientos oculta de esta piscina, el agradable entorno de trabajo y la estupenda familia propietaria de esta singular obra,
hace que esta piscina sea una de nuestras favoritas. |